A finales del siglo XVI y hasta los primeros años del XIX el Galeón de Manila, estableció la ruta entre esta ciudad filipina y la mexicana de Acapulco. Este galeón, propició el intercambio, no sólo comercial, sino cultural y espiritual de las ideas y productos españoles, a través de una ruta que en realidad comenzaba en Sevilla y después, desde Manila, se introducía en toda Asia a través de China, Japón, Formosa o las Molucas. El galeón solía transportar un pasaje constituido principalmente por curas y soldados, pero incluía también a jóvenes descarriados de la sociedad más notable, a los que enviaba lejos como correctivo o para poner agua de por medio en asuntos de faldas. Estos muchachos quedaban consignados en los manifiestos de abordo, como puntos filipinos. Denominación que aún hoy se usa para señalar a los jóvenes de conducta libertina o dudosa.
Copia textual. Fuente: La tumba de Tautira. Luis Mollá Ayuso (C.F.). Editorial "De Librum Tremens"
Besitos,
Pablo
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